viernes, 9 de octubre de 2009

heroes civiles

Querrán matarlo y no podrán matarlo
LA REBELIÓN DE TÚPAC AMARU II
José Gabriel Condorcanqui reclamaba ser descendiente de Túpac Amaru I, el último Inca de Vilcabamba, quien fuera ejecutado en la plaza del Cusco en 1572 por orden del Virrey Toledo.
BIOGRAFÍA DE TÚPAC AMARU II
El curaca José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru II, nació el 19 de marzo de 1738, en el pueblo de Surimana, distrito de Tungasuca, Provincia de Canas, en el Departamento de Cusco. Era el segundo hijo de Miguel Condorcanqui y de Rosa Noguera, descendiente por línea materna de Túpac Amaru I, el último soberano inca, de quien adoptó el nombre.Al fallecer su hermano mayor, quedó como único y legítimo heredero del curacazgo de Surimana, Tungasuca y Pampamarca. Fue educado por los jesuitas en el colegio de curacas de San Francisco de Borja ubicado en el Cusco.
Tenía alrededor de 20 años cuando contrajo matrimonio con doña Micaela Bastidas Puyucahua. Era propietario de cocales en Carabaya, chacras en Tinta, vetas de minas y, sobre todo, dueño de 350 mulas, utilizadas para transportar mercaderías a Potosí, por lo cual era conocido peyorativamente como "el curaca arriero".
En 1776 presentó una petición formal para que se le concediera un título de nobleza hispano y para que los indios fueran liberados del trabajo obligatorio en las minas. Ante la negativa de la Audiencia de Lima decidió tomar medidas más radicales. En noviembre de 1780, Túpac Amaru II lideró una insurrección popular en el valle de Tinta, la que, en seguida, se propagó por toda la sierra y cuyas principales exigencias fueron poner fin a los tributos excesivos, la mita y los abusos de los corregidores.
Si bien al comienzo el movimiento reconoció la autoridad española de la Corona, más adelante se convirtió en un movimiento independentista y en la revolución más grande en la historia del Virreinato español.
Al iniciarse la insurrección, el corregidor Arriaga fue apresado y ejecutado por orden de Túpac Amaru . Aunque el objetivo inicial fue luchar contra los excesos y el mal gobierno de los españoles, no pudo evitar que la guerra se convirtiera en racial. Al frente de una nutrida tropa y después de vencer a un ejército de 1.200 españoles en Sangarará, Túpac Amaru II prefirió no marchar sobre Cusco y regresar a su residencia de Tungasuca sin entrar en la antigua capital Inca; con ello intentó facilitar una negociación de paz, ya que su objetivo no era la guerra contra los españoles sino acabar con los excesos de los corregidores. Esto permitió que los españoles organizaran la resistencia y los rebeldes fueron vencidos el 8 de enero de 1781 por el ejército enviado por el virrey Jáuregui y Aldecoa y, entre el 5 y el 6 de abril, en Tinta, por las tropas del mariscal del Valle.
Perseguido por el general Ventura Landa en Tananico, fue hecho prisionero y juzgado severamente, el 18 de mayo de 1781, siendo obligado a presenciar el asesinato de toda su familia.El visitador Areche lo condenó a morir descuartizado por cuatro caballos que tirasen de cada una de sus extremidades. Como Túpac Amaru II era un hombre excepcionalmente fuerte, fue imposible matarlo de esa manera por lo que ordenaron su decapitación.
Su cuerpo fue descuartizado, su cabeza fue colocada en una lanza exhibida en Cusco y Tinta, sus brazos en Tungasuca y Carabaya, y sus piernas en Livitaca y Santa Rosa.A pesar de la ejecución de Túpac Amaru II y de su familia, los españoles no lograron sofocar la rebelión, que continuó acaudillada por su medio hermano Diego Cristóbal Túpac Amaru, al tiempo que se extendía por el altiplano boliviano, la región de Jujuy y en el Noroeste argentino.
La fama de Túpac Amaru II se extendió de tal forma que incluso los indios sublevados en el llano de Casanare, Virreinato de Nueva Granada (actual Colombia), le proclamaron rey de América. Siguiendo los pasos de Túpac Amaru II, que había intentado una solución pactada al conflicto, su hermano Diego Cristóbal llegó a un acuerdo para deponer las armas con la promesa española de indultar a los rebeldes y corregir la mala situación de los indios. Esto se logró tras difíciles negociaciones, en enero de 1782. Las posteriores rebeliones criollas invocaron el nombre de Túpac Amaru II para obtener el apoyo de los indios.
Canto Coral a Túpac Amaru II
Lo harán volar con dinamita. En masa, lo cargarán, lo arrastrarán.A golpes le llenarán de pólvora la boca. Lo volarán: ¡Y no podrán matarlo!Le pondrán de cabeza sus deseos, sus dientes y gritos.Lo patearán a toda furia. Luego, lo sangrarán:¡Y no podrán matarlo!Coronarán con sangre su cabeza;sus pómulos con golpes. Y con clavos sus costillas. Le harán morder el polvo. Lo golpearán:¡Y no podrán matarlo!Le sacarán los sueños y los ojos.Querrán descuartizarlo grito a grito.Lo escupirán. Y a golpe de matanza lo clavarán:¡Y no podrán matarlo!Lo pondrán en el centro de la plaza,boca arriba mirando el infinito.Le amarrarán los miembros. A la mala, tirarán:¡Y no podrán matarlo!Querrán volarlo y no podrán volarlo.Querrán romperlo y no podrán romperlo.Querrán matarlo y no podrán matarlo.Querrán descuartizarlo, triturarlo, mancharlo, pisotearlo, desarmarlo.Querrán volarlo y no podrán volarlo.Querrán romperlo y no podrán romperlo.Querrán matarlo y no podrán matarlo.Al tercer día de sus sufrimientos, cuando se crea todo consumado,gritando ¡LIBERTAD! sobre la tierra, ha de volver,¡Y no podrán matarlo!
Alejandro Romualdo
Una mujer notable que destacó por su valentía y heroísmo, sacrificando su vida por la libertad de la patria.
Heroína de la Independencia
María Parado de Bellido nació en Huamanga, Ayacucho, el 5 de julio de 1777. Sus padres fueron don Fernando Parado, criollo residente en esa ciudad y una humilde indígena. Creció en las alturas de Huamanga sin recibir instrucción.A la edad de 15 años contrajo matrimonio con don Mariano Bellido, hombre dedicado a los negocios entre Huamanga, Cusco y La Paz; formando una familia unida y feliz con los siete hijos que tuvieron: Gregoria, Andrea, Mariano, Tomás, María, Leandra y Bartola.Con la llegada al Perú de la fuerza multinacional independentista, las tropas realistas se replegaron hacia el interior del país. En la ciudad de Huamanga, el general Carratalá había establecido una plaza fuerte pero ésto no impidió la formación continua de fuerzas patriotas, una de las cuales se hallaba en el distrito de Parás, perteneciente a la provincia de Cangallo, a órdenes de Cayetano Quiroz.A estas fuerzas guerrilleras se suma el esposo de María Parado, don Mariano Bellido, desempeñándose como receptor de correos. A su vez, su hijo Tomás, se unió al grupo patriota que comandaba el general Arenales, a su paso por Huamanga en 1820.Luego de un año sin tener noticias de su hijo y deseosa de evitarle peligros a éste, María envió a sus hijas Gregoria y Andrea al pueblo de Cangallo con la misión de rescatarlo, enviando para tal caso 500 pesos al jefe de la guarnición. El jefe Quiroz no tuvo inconveniente en devolver el hijo a la madre, pero antes llamó a éste a su presencia para comunicarle la petición de María Parado. Tomás Bellido, con gesto patriótico, se negó a volver al hogar antes de ver triunfante la bandera de la libertad y aconsejó a su jefe la aceptación del dinero para el servicio de la causa. Al saber la actitud de su hijo, la Bellido, admirada y entusiasmada, trabajó desde ese día en favor de la causa libertadora. De esta forma, comenzó a informar al ejército patriota de los desplazamientos y podería bélico realistas, por medio de cartas a su esposo. Como era analfabeta, sólo firmaba las cartas que dictaba a don Matías La Madrid, su compadre y secretario de la intendencia de Huamanga. De este modo ayudó a los patriotas a planificar mejor sus ataques, causando la desesperación de los realistas.Es así que en un enfrentamiento entre patriotas y realistas, al revisar las ropas de un patriota caído, los soldados españoles encontraron una carta dirigida desde Huamanga, donde se daba cuenta de secretos militares de los realistas.Se determinó que la autora de la carta era María Parado de Bellido, razón por la cual el 24 de marzo de 1822 es apresada y presentada ante el general Carratalá.Fue sometida a las más inhumanas torturas. Como la letra de la carta era diferente de la firma, Carratalá quiso descubrir quién era el redactor y ofreció salvarle la vida a María, si delataba a sus cómplices y revelaba los secretos de los insurgentes, pero esta valerosa mujer se negó a tan ruin acción y escogió la muerte, sabiendo que con ella dejaba en la orfandad a sus menores hijos. Ante su mutismo, fue condenada a enfrentar un pelotón de fusilamiento, programando su ejecución en La Pampa del Arco.
Fusilamiento de María Parado de Bellido Para trasladarse al lugar donde debía efectuarse su sacrificio, la obligaron a dar una vuelta a la plaza principal, en donde en cada esquina, un emisario leía en voz alta, la orden de muerte por alta traición. Más esta inigualable mujer, no se alteró en ningún momento, y dirigiéndose altivamente a sus verdugos les decía: "No estoy aquí para informarles a ustedes, sino para sacrificarme por la causa de la libertad".María Parado de Bellido fue fusilada en la Plaza de Armas de Ayacucho, el 27 de marzo de 1822, su cadáver fue trasladado al templo de La Merced, donde se le dio sepultura.
JOSÉ OLAYA BALANDRA (1782-1823)
El chorrillano José Olaya Balandra colaboró con las fuerzas patriotas a quienes entregaba informes secretos sobre las acciones realistas. Fue capturado por los invasores españoles, y murió sin revelar las actividades patriotas.
Mártir de la Independencia
Don José Silverio Olaya Balandra nació en San Pedro de los Chorrillos en 1782. Fue hijo del pesquedor José Apolinario Olaya, y de la dama chorrillana Melchora Balandra. Desde sus años jóvenes ayudó a sus padres en las faenas de la pesca artesanal.
Olaya es hombre chorrillano de 41 años, perteneciente a una familia sencilla, pero antigua y tradicional, de costumbres cristianas y con profundo amor a su tierra.
En 1823, la independencia del Perú aún no estaba consolidada, se vivía un caos político y el país no contaba con fuerzas armadas capaces de oponerse a los realistas españoles que deseaban retormar el control de su antigua colonia. El Ejército Libertador había sufrido reveses en las Batallas de Torata y Moquegua y aún no llegaban las tropas al mando de Simón Bolívar.
El ejército realista aprovechó la oportunidad y recuperó el control de la ciudad de Lima, haciendo su ingreso en la capital el 19 de Junio de 1823. El gobierno peruano independentista junto con el Congreso, tuvo que refugiarse en los castillos del Real Felipe en el Callao.
José Olaya se presentó a servir de mensajero entre las fuerzas patriotas de la escuadra libertadora (que bloqueaba la costa del Callao y de Lima), del Callao a Chorrillos, que con frecuencia eran recorridos a nado. Esta delicada misión fue cumplida por Olaya, por algún tiempo, llevando y entregando mensajes de vital importancia, referentes al estado de las fuerzas ocupantes y los pertrechos que disponían.
"Si tuviera mil vidas, gustoso las perdería antes de denunciara los patriotas o traicionar a mi patria" (José Olaya).
El 27 de junio de 1823, a las cinco de la tarde, el Gobernador español en Lima, Don Ramón Rodil hizo aprehender a Olaya, en la calle de la Acequia Alta. Olaya al verse perseguido consiguió arrojar un importante paquete de correspondencia secreta, a la acequia de la calle San Marcelo, sin que sus perseguidores se percataran de ello.
Cuando lo registraron solo hallaron una caja de dulces con algunas cartas sin dirección, sin nombres, ni firmas, y alguna de ellas cifradas. Maniatado, Olaya es conducido a Palacio donde es torturado, se niega a revelar el nombre de la persona a quien entrega la comunicación, se le aplican 200 palos de castigo, le sacan las uñas de las manos, se le colgó de los pulgares y se le martirizó con las llaves de un fusil. Todo fue en vano, pues no confesó una sola palabra; un impenetrable silencio era su respuesta.
En la mañana del 28 de Junio de 1823, llevaron a su presencia a la señora Antonia Zumaeta de Riquero, tía de Doña Juana de Dios Manrique -la cual era su contacto-, y al preguntársele a Olaya si doña Antonia era la persona a quién había entregado la correspondencia, el patriota contestó que no la conocía.
Como uno de los últimos tormentos, y tal vez el más cruel y doloroso, llevan a la madre de Olaya, Doña Melchora Balandra para presionar alguna confesión. Sólo un héroe de la talla de Olaya es capaz de no doblegarse ante este nuevo intento realista; Olaya pide a su progenitora que entierren su cadáver cristianamente; y recibiendo la última caricia maternal y la última bendición, se despide de su madre.
Se le sentencia a muerte por fusilamiento y se lo comunican, ante lo cual responde:. "si tuviera mil vidas, gustoso las perdería antes de denunciar a los patriotas o traicionar a mi patria".
El 29 de junio de 1823, día de San Pedro, patrón de Chorrillos, a las 11 de la mañana, José Olaya fue conducido a la Plaza de Armas para ser ejecutado. La pena se cumplió en el denominado Callejón de Petateros, hoy pasaje Olaya, ubicado al costado de la Plaza de Armas de Lima.
Olaya es la persona que encama el patriotismo y la esperanza en ese año contradictorio, pesimista, de 1823. Al lado de la crisis política, frente al quebranto en las batallas de Torata y Moquegua, en enero de 1823, cerca del "Motín de Balconcillo" y de la anarquía naciente, el pescador chorrillano muestra la invariable decisión de servir a la Independencia.
No solo debe considerársele como un símbolo del heroísmo patriótico de los humildes sino, también la silenciosa inmolación por la promesa de una Patria.
Los españoles permanecieron en Lima del 13 de junio al 16 de julio de 1823. Al evacuar la capital aumentaron su equipaje con un cuantioso botín. Extrajeron la plata labrada de la Catedral, de Santo Domingo y de otras iglesias; se llevaron las máquinas y útiles de la Casa de Moneda, quemando lo que no podían conducir; saquearon la Biblioteca Nacional; emplearon como leña para sus ranchos las puertas y ventanas de una casa rural del presidente Tagle; arrancaron al afligido vecindario grandes cantidades de dinero, paños, telas y otros artículos, con amenazas de incendio y saqueo y cometieron no pocas tropelías más.

De espíritu libre, Leoncio Prado luchó en Chile, Peru, Cuba, Centroamérica y Filipinas contra la opresión española y junto a la resistencia peruana durante la ocupación chilena. Hombre culto, hijo de un presidente, no se importó en sacrificar su vida para defender a su Patria.
LEONCIO PRADO: El Joven Soldado de la Patria
Un Joven Soldado Leoncio Prado nació en Huánuco el 24 de agosto de 1853 e ingreso al Colegio Guadalupe de Lima a la edad de 9 años. Fue hijo del General Mariano Ignacio Prado (presidente del Perú en los períodos 1865-1868 y 1876-1879) y de María Avelina Gutiérrez. A los doce años, Leoncio Prado ya era cabo en el Regimiento de Lanceros de la Unión. A los trece años dejó el Colegio Guadalupe para combatir contra los españoles en la escuadra que navegó al sur de Chile y participó en el combate de Abtao, fue ascendido a Guardiamarina. Luego participó en el combate del 2 de mayo de 1866 en el Callao y fue ascendido al grado de Alférez. A los dieciséis años exploró las grandes vías fluviales de la selva al lado de hombres como Tucker, Werthermann y Tabarra.
La Toma del MoctezumaA los 21 años se marcha a Cuba para participar en la lucha por la independencia del país caribeño, se convierte en un soldado de la llamada guerra de los diez años. Estuvo entonces bajo las órdenes de Máximo Gómez y al lado de jefes como Antonio y José Maceo, Guillermo Moncada y otros en el frente de Oriente. En noviembre de 1876, casi sin armas ni municiones Leoncio Prado y otros diez hombres capturaron el vapor español "Moctezuma", izaron la bandera cubana y rebautizaron a la embarcación con el nombre "Céspedes". Dos meses después en la bahía de Bragman, en Nicaragua, el "Céspedes" es acosado por el enemigo, al verse acorralado fue incendiado antes de que los españoles pudieran recapturarlo. Leoncio Prado y sus escasos compañeros se internan por tierras hostiles y hallan por fin albergue en el territorio de Honduras. Alcanza el grado de Coronel.La inquietud de Leoncio Prado le llevó a intentar una expedición sobre Filipinas, a viajar por Europa y a predicar, de regreso a Estados Unidos, nuevamente a favor de Cuba.
La Guerra del PacíficoCuando Leoncio Prado tenía 26 años, estalla la guerra con Chile y el joven oficial regresa al Perú para defender a su patria. Actuó en la marina y luego en el ejército, formando parte de las guerrillas de Tacna.También concurrió a la batalla del Alto de la Alianza, donde muere su hermano Grocio Prado. En Tarata fue tomado prisionero y remitido a Chile donde pasó la etapa mas dolorosa de su vida. Con la promesa de que se abstendría de seguir luchando, es puesto en libertad y regresa al Perú.A pesar de su promesa, más pudo su amor a la patria que se desangraba por lo que se fuga de Lima a Huánuco donde organiza nueve guerrillas y actua en el ejército de Cáceres combatiendo como jefe de Estado Mayor del ejército del Centro junto a los famosos "breñeros".
Cáceres y los héroes de la Breña
La Campaña de la BreñaLa "Campaña de la Breña" fue una guerra de desgaste llevada a cabo en la sierra peruana por fuerzas irregulares, compuestas por campesinos indígenas y montoneros pobremente armados, pero muy valientes y decididos, que tuvieron a su cargo importantes acciones militares que se prolongaron de abril de 1881 hasta septiembre de 1883. De aquellos hombres escribió un autor chileno: ". Recorrieron sin tregua ni descanso distancias enormes; pasando cordilleras cubiertas de escasa nieve; atravesando caudalosos ríos, bosques primitivos y superando vertiginosos desfiladeros. Ni el hielo de las cordilleras, ni la falta de agua y víveres, ni la escasez de municiones y medios de transporte para sus tropas, ni los descalabros sufridos; nada fue bastante para doblegar su voluntad de acero, ni quebrantar sus fuerzas físicas ni doblegar su energía". No obstante los desastres sufridos en la Guerra del Pacífico, los breñeros, al mando del General Andrés Avelino Cáceres, resistieron y vencieron a los chilenos en las serranías.
La Batalla de HuamachucoEl 10 de julio de 1883, la batalla de Huamachuco comienza favoreciendo a las fuerzas peruanas, sin embargo, pronto se acaban las municiones y los breñeros sufren su peor derrota. Los peruanos perdieron en la lucha más de la mitad de sus efectivos, incluidos la mayoría de sus jefes y oficiales. Algunas fuentes calculan en mil los muertos y heridos. El General Cáceres logra huir y continuó la lucha de la resistencia peruana, pero el Coronel Leoncio Prado, herido gravemente en la pierna, fue capturado pocos días después.
La orden de ejecutar a todos los peruanosEl Coronel chileno Alejandro Gorostiaga empañó el triunfo obtenido limpiamente por sus soldados en combate y ordenó la ejecución de los prisioneros, incluso los heridos. Según sus argumentos, los miembros de la resistencia peruana, que combatieron en Huamachuco, no eran militares sino "guerrilleros" que no merecían el tratamiento otorgado a combatientes regulares.
El interrogatorioEl mayor chileno Anibal Fuenzalida narró al historiador Nicanor Molinare que cuando interrogaron a Leoncio Prado del por qué había incumplido su promesa de volver a pelear, Prado, afirmó "que en una guerra de invasión y de conquista como la que hacia Chile y tratándose de defender a la Patria, podía y debía empeñarse la palabra y faltar a ella". Según el oficial Fuenzalida, Leoncio Prado dijo que realmente había dado su palabra cuando fue prisionero en junio de 1880 en Tarata, sin embargo "me he batido después muchas veces; defendiendo al Perú y soporto sencillamente las consecuencias. Ustedes en mi lugar, con el enemigo en la casa, harían otro tanto. Si sano y me ponen en libertad y hay que pelear nuevamente, lo haré porque ése es mi deber de soldado y de peruano".
El carácter del héroe"Qué hombre tan simpático, tan ilustrado y atrayente (agregó, por su parte Fuenzalida); encantaba conversar con él; de todo sabía; poseía el inglés y el francés lo mismo que el español; y con él podía usted hablar de artillería y tratar de cuestiones de guerra a fondo porque era hombre instruido, de estudio y muy sabido". El capitán Rafael Benavente hizo, por su parte, el relato de los momentos que precedieron al fusilamiento y también de esta escena.Cuando se le notificó cuál iba a ser su suerte, Leoncio Prado manifestó que tenía derecho a morir en la plaza y con los honores debido a su rango porque era Coronel y pertenecía al Ejército regular del Perú, pero su pedido no fue atendido y se le indicó que sería fusilado en su propia habitación.
Carta a su PadreLuego pidió un lápiz y escribió la siguiente carta: "Huamachuco, julio 15 de 1883. Señor Mariano Ignacio Prado. Colombia. Queridísmo padre: Estoy herido y prisionero; hoy a las .... (¿qué hora es? preguntó. Las 8.25 contestó Fuenzalida) alas 8:30 debo ser fusilado por el delito de haber defendido a mi patria. Lo saluda su hijo que no lo olvida Leoncio Prado".
La ejecuciónAntes de su ejecución, Leoncio Prado solicitó tomar una taza de café. Enseguida, cuando entraron dos soldados pidió que fuera aumentado su número para que dos le tirasen a la cabeza y dos al corazón. Al ser cumplido este pedido dio breves instrucciones a la tropa sobre la trayectoria de sus disparos y agregó que podían hacer fuego cuando hiciera una señal con la cuchara y pegase tres golpes en el cachuchito de lata en el que había estado comiendo. Se despidió enseguida de los oficiales chilenos, los abrazó, les dijo: "Adiós compañeros". La habitación era pequeña. Al frente y al pie de la cama se colocaron los cuatro tiradores y detrás de ellos se pusieron los tres oficiales allí presentes. El Coronel Leoncio Prado cumplió con dar las órdenes para la descarga. "Todos llorábamos (manifestó Benavente) todos menos Pradito".
La grandeza del héroeLas hazañas de los héroes en las guerras las cantan y exaltan los nuestros, el enemigo las calla o niega o disminuye presentando a veces relatos prosaicos que manchan alevosamente o deshacen con crudeza la poesía en ellas albergadas. Sin embargo, todo lo que pasó en los momentos finales de Leoncio Prado se sabe sólo por noticias emanadas de fuentes chilenas. No hubo ni un peruano presente en sus últimos dos días y en su fusilamiento. El 15 de julio de 1883, se truncó la vida de un joven de vida brillante y fecunda, de acción y de pensamiento; un héroe del Perú y de la independencia americana, uno de los héroes más resaltantes de nuestra nacionalidad. Leoncio Prado no había cumplido aún los 30 años.



















Personajes ilustres



José Gálvez Egúsquiza (Cajamarca, 1819 – Callao, 1866): El héroe del Combate del Dos de Mayo también es considerado uno de los padres del liberalismo peruano. Después de obtener el título de abogado en 1845 en el Convictorio de San Carlos (hoy Facultad de Derecho de la Universidad de San Marcos), ingresó al Colegio Guadalupe como docente, asumiendo su dirección en 1852. Se incorporó al movimiento cívico militar de 1854 encabezado por Ramón Castilla y destacó como líder en la Convención Nacional que dictó la Constitución de 1856 y abolió la pena de muerte y la esclavitud. Como presidente de la Convención, promovió al Callao al rango de Provincia Constitucional el 22 de abril de 1857. Como Secretario de Guerra y Marina en 1865, organizó la defensa del Callao del inminente ataque español, muriendo el 2 de mayo de 1866 en la torre de La Merced. Fotografía: www.huascaran.gob.pe
José Sabogal (Cajabamba, 1888 – Lima, 1956): El maestro Sabogal es considerado el impulsor del indigenismo en las artes plásticas peruanas. Entre 1908 y 1911 viajó por Italia - donde inició sus estudios para pintor - Francia, Marruecos, Argelia y España; y de 1912 a 1918 permaneció en Argentina donde estudió en la Academia de Bellas Artes de Buenos Aires. Regresó al Perú por el Cusco, ciudad en la que se quedó pintando, y presentó su primera exposición en Lima el año 1919 de la que surgió un nuevo tipo de arte que se llamó indigenista. En 1920 ingresa como profesor a la Escuela de Bellas Artes, rol que desempeña hasta 1932 en que asume la dirección. Entre sus obras más famosas están Vista de Amancaes, Tondo Colorado, Varayoc de Chincheros, La procesión del Señor de los Milagros, Victoria Regia, Hilanderas Huancas, el mural de Garcilaso de la Vega del Hotel de Turistas del Cusco. Fotografía: http://bellasartesperu.tripod.com/id24.html




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MARIANO IGNACIO PRADO
Nació en Huánuco el 18 de diciembre de 1826, fue hijo de don Ignacio Prado y doña Francisca de Ochoa. Su deceso ocurrió en País en 1901. Estudió filosofía y matemáticas en su ciudad natal y luego siguió letras en el Colegio San Carlos de Lima. En 1852 retorna a Lima y un año después siendo capitan de la Guardia Nacional realiza críticas contra el gobierno de Echenique, siendo apresado y desterrado a Chile, posteriormente se alisto en la fuerza revolucionaria de Castilla, y luego se incorpora en 1855, a la Convención Nacional como diputado por Huánuco. Vuleve al servicio activo en 1856, en dos oportunidades fue prefecto en Tacna, encabezó el "Movimiento Restaurador"









José Carlos Mariátegui logró vencer las adversidades que le impuso la vida, partiendo de una infancia difícil, con una grave enfermedad que lo discapacitó físicamente, consiguió transformarse uno de los pensadores más destacados de todos los tiempos en América Latina, un gran maestro, un AMAUTA.
José Carlos Mariátegui : Recordando al Gran AMAUTA del Perú
José Carlos Mariátegui nació en Moquegua, el 14 de junio de 1894 en una familia muy modesta. Sus padres fueron María Amalia La Chira Ballejos y Francisco Javier Mariátegui Requejo, tuvo dos hermanos: Guillermina y Julio César.
Cuando José Carlos era muy niño su padre abandonó el hogar por lo que la familia se trasladó a Huacho, ciudad de origen de su madre.
En 1902 Mariátegui sufre un accidente en la escuela y es internado en la clínica Maison de Santé de Lima. Su convalencia es larga y queda con un problema en las piernas que lo acompañaría el resto de su vida.
Este mal le impide terminar sus estudios primarios.
En 1909, con apenas 14 años ingresa a trabajar en el diario "La Prensa" como ayudante de linotopista, y luego se desempeña como corrector de pruebas.
A pesar de no haber culminado sus estudios escolares, José Carlos publicó su primer artículo periodístico en 1911, firmando con el pseudónimo "Juan Croniqueur", a partir de allí comienza a escribir regularmente en "La Prensa" y a colaborar con la revista "Mundo Limeño" y otras publicaciones, cultivando varios géneros literarios, desde policiales hasta sociales, desde cuentos hasta hípica, desde obras de teatro hasta artículos para revistas femeninas.
En 1916 ingresa a trabajar en el diario "El Tiempo", como redactor principal y cronista parlamentario. En 1917 publica su propio diario "La Noche", opositor al gobierno de José Pardo. Luego estudia latín, recibe un premio periodístico de la Municipalidad de Lima y es elegido vicepresidente del Círculo de Periodistas de Lima.
En 1918 colabora con el diario socialista "Nuestra Época" donde critica la estructura social vigente. En 1919 creó el diario "La Razón" desde donde apoyó la Reforma Universitaria y las luchas obreras. Critica al presidente Augusto B. Leguía y se vuelve la voz de los obreros al fundar la Federación Obrera Regional Peruana. El diario "La Razón" fue clausurado por el gobierno de Leguía.José Carlos viajó a Italia gracias a una beca del propio gobierno de Leguía, que quería deshacerse de él. En Génova conoce a Anna Chiappe, con quien se casó en 1921 y juntos tuvieron cuatro hijos. Mariátegui recorre varios países europeos y se alinea al marxismo. Desde allí colobora con el diario "El Tiempo".
En 1922 funda la primera célula comunista peruana, junto con César Falcón, Carlos Roe y Palmiro Machiavello. Luego asiste a la Conferencia Internacional convocada por el Concejo Supremo de la Sociedad de las Naciones.
El 17 de marzo de 1923 regresa a Lima e inicia un ciclo de conferencias en la Universidad Popular González Prada, titulado "Historia de la Vida Mundial". Colabora en diversos diarios y revistas. En octubre de ese año fue detenido cuando elaboraba la revista "Claridad" pero puesto en libertad inmediatamente.
En 1924, su salud sufre un revés, logra salvar su vida pero le fue amputada una pierna. Sin embargo, su producción literaria se incrementa. Sale la revista "Claridad", dedicada a Lenin y funda la Editorial Obrera Claridad. También colabora con la revista "Mundial" con su sección "Peruanicemos al Perú". En 1925 publica su primer libro, "La Escena Contemporánea" y funda la Editorial Minerva. En setiembre de 1926 sale a circulación la revista "Amauta", donde publica sus "7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana", por capítulos.En 1927 el gobierno de Leguía denuncia la existencia de un "complot comunista", por lo que se inicia una represión contra obreros, sindicatos e intelectuales. La revista "Amauta" es clausurada y Mariátegui es recluido en el Hospital Militar. Sin embargo, en diciembre de ese año, la revista "Amauta" logra volver a circulación.
En 1928 Mariátegui rompe con el APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana, del líder Víctor Raúl Haya de la Torre) y funda el Partido Socialista y la revista proletaria "Labor". Un año más tarde, funda también la Confederación de Trabajadores de Perú (CTP). Envía delegados al IV Congreso de la Sindical Roja en Moscú, definiendo su orientación ideológica.
En 1929 publica su libro "La Novela y la Vida". Se forma la Central General de Trabajadores del Perú (CGTP) y Mariátegui es nombrado miembro del Concejo General de la Liga Anti-Imperialista por la Tercera Internacional Socialista. En setiembre de ese año su casa fue allanada por la policía y clausurada su revista "Labor".
El 16 de abril de 1930 José Carlos Mariátegui falleció en Lima con apenas treinta y seis años de edad y debido a su árdua labor política en defensa del sindicalismo y el proletariado, así como por su innovador pensamiento político, es reconocido como "El Amauta" del Perú , es decir, el Maestro, en quechua. El pensamiento mariateguista ha marcado el siglo XX en el Perú y ha influenciado a muchos movimientos políticos peruanos y latinoamericanos.


Julio Cipriano Tello Rojas (Huarochirí, 11 de abril de 1880 - † Lima, 7 de junio de 1947
Julio C. Tello fue un eminente investigador peruano en el campo de la arqueología. Descubrió las culturas Chavín y Paracas e impulsó y creó el Museo de Arqueología Peruana. Esta considerado como el padre de la arqueología peruana.
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Nacido en la serranía de Lima 1880, sus padres, don Julián Tello y doña María Asunción Rojas fueron campesinos. . Es considerado uno de los padres de la arqueología peruana como el investigador aleman Max Uhle , porque fue el primero que se propuso estudiar, con rigurosidad y métodos adecuados, la formación y la naturaleza de las culturas antiguas del Perú, convenciendo de que era la única manera de comprender al Perú actual.











Tuvo el mérito encomiable de ser uno de los primeros científicos sociales en "romper la idea dominante" de la inferioridad de los antiguos pueblos del Perú. Pues acumuló ingentes testimonios de la grandeza del pueblo peruano, en contra de los que se avergonzaban de lo genuinamente indígena. Hizo brotar literalmente de la llanuras costeñas, innumerables tumbas, templos y ciudades deslumbradoras, imágenes de dioses en oro, piedra y barro, e infinidad de evidencias de la realidad sociocultural y económica del antiguo poblador andino.
Ocupó el cargo de Diputado por Huarochirí entre los años 1917 y 1929. Fundó el Museo de Arqueología y Etnología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos el 21 de octubre de 1919 y el Museo de Arqueología Peruana en 1924.
Estudios realizados por J.C Tello
Concluyó su educación secundaria en el Colegio Guadalupe. Al poco tiempo conoce a don Ricardo Palma, quien en ese entonces era el director de la Biblioteca Nacional del Perú y le dio trabajo en esa institución, por lo que se despertó en él la inquietud por la ciencia y la investigación, especialmente la arqueología y la antropología.
Estudió la carrera de Medicina. Se graduó el 16 de noviembre de 1908, con la tesis "Antigüedad de la Sífilis en el Perú", grado que obtuvo por aclamación en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Se doctoró en Ciencias Antropológicas en la Universidad Harvard, Estados Unidos en 1911, gracias a una beca que dicha Universidad le ofreció.
Dirige numerosas excavaciones y contribuye al desarrollo de la arqueología peruana. Su trabajo se centra en la prestación de una cultura en el Perú ,la cultura matriz (Culturas amazonicas "Arawac") de otras civilizaciones de América del Sur: Sus estudios se centran en la "cultura Chavín, que contribuye en gran medida a definir y perfilar como una cultura panandina peruana. Los restos arqueologicos de chavin de huantar seras incluidos en el Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1985.
En contraste con los tiempos actuales, sostiene que las culturas indígenas del Perú son el producto de la experiencia humana en esos territorios, y no de una influencia extranjera. A falta de vestigios de la cultura primitiva, considera que el núcleo de las altas culturas peruanas podría venir sólo de las regiones amazónica, donde el hombre primero de cazadores-recolectores, ha surgido gradualmente a la conquista de la valles en busca de mejores condiciones de vida.
Su obra es inmensa, con varias decenas de libros que ayudaron a informar al mundo de las civilizaciones precolombinas del Perú.
Enfermedad y Muerte
A los 67 años de edad, Julio C. Tello contrajo cáncer a los ganglios, falleciendo el 3 de junio de 1947 en el hospital Arzobispo Loayza, dejándonos un legado inigualable. Siendo sepultado en los jardines del Museo Nacional de Arqueología y Antropología en la Magdalena Vieja hoy Museo de Arqueología, Antropología e Historia de Pueblo Libre, según su propia voluntad.